Escritos


In Memoriam por Joaquin Azcona , svd
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 Homilía en la misa por Julián en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Mexico D.F. con su familia y amigos el lunes 13 de septiembre.


JULIAN, MAESTRO Y AMIGO
Querido Julián:
Jesús les dijo a sus discípulos: “vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva” y San Pablo por otro lado de decía Tito: “anuncia la Palabra a tiempo y a destiempo”. Nunca mejor describen estas palabras lo que tú fuiste como Misionero del Verbo Divino; primero en España, luego vino
Taiwán y finalmente, México; y así otras muchas latitudes que recorriste haciendo eco de la esencia de tu ser. Amabas tanto la Sagrada Escritura que contagiabas a los que se acercaban a ti para escuchar de tus labios un mensaje para sus vidas.
Hoy, nos has congregado aquí, también de diferentes lugares, tu familia y amigos. Nosotros con dolor y tristeza por tu ausencia y tu partida; tú celebrando ya en plenitud lo que tanto anunciabas a los cuatro vientos: “hay que morir para vivir”.
Sí, Julián, me cuesta entender tu partida, la manera…, la forma de darse. Desde mi razón no la puedo entender y me rebelo. No dejo de pensar y decirme a mí mismo que no es posible lo que ha pasado y me pregunto una y otra vez, ¡por qué y por qué! ¡Por qué tuvo que ser así y no de otra manera! La respuesta no la tengo, es más, parece misterio y lo es. Para ti, ese misterio ya se desveló, ya tienes las respuestas a tantas y tantas preguntas que te hacías sobre el misterio de la vida y que nos las trasmitías siempre y cuando podías. No te gustaban las frases hechas y aprendidas, nos decías una y otra vez ¿y qué más?
Tengo que decirte ante este grupo de amigos que me fastidiaba que no te conformaras con la respuesta que estaba en el libro cuando nos impartías el curso de Introducción al cristianismo en Pamplona. Cuando me acompañaste en mi retiro para los votos perpetuos en Japón en aquellos largos paseos por las montañas de Karuisawa con el P. Simón y Guillermo, siempre le querías sacar más a lo que leíamos y repetías una y otra vez, “hay que leer detrás de las palabras”. Si entonces me costaba mucho entender tus planteamientos, hoy con el pasar de los años he visto lo grande que fuiste.
“Hay que morir para vivir”. Sí, Julián, tú morías cada día para dar vida a otros. Caminabas de acá para allá con tal de atender “mil y una” solicitudes que todos te hacíamos. Eso sí, de que llegabas tarde, llegabas tarde. Pero tú tan campante, ni te excusabas, incluso para los que no te conocían tu manera de actuar sonaba a pedantería; sin embargo, con tu candidez y sencillez transformabas la situación en anécdota causando alegría y risas en la gente. La adversidad, la sabías convertir en gozo. Estoy seguro que todos los que estamos aquí tenemos “miles de anécdotas e historias” que no cabrían en un libro de muchas páginas.


 


Enviado por nuestro gran amigo Julio Alvarez

Email enviado por el Padre Julian a Monseñor Emilio Aranguren Obispo de Holguin (Cuba) obiholguin.co.cu 


 
Monseñor Aranguren
(Obispo de Holguín)

Saludos, Emilio:
Quiero ver hasta 2014, como te decía, y hacia mis 50 años de  ministerio, tratar de acompañar a "mi" Iglesia, que peregrina en Cuba, en todo lo que pueda ser útil, en concreto en la Diócesis de Holguín.
¿Qué tal estás?. En un mensaje recibido me han comentado las ausencias y enfermedades de Aldama, Necuze, Vicente en San José, también en Fray Benito, etc. En mi próxima estancia puedes contar conmigo para Pueblo Nuevo o donde digas. Ya con mis años, mi servicio queda sintetizado a, como lo expresó el Dr. Fabián Fernández Chelala, hace 15 años: “animador de esperanzas y promotor de voluntades”.
ESTAREMOS UNIDOS EN LA NOVENA. Se la hago llegar a varios amigos para que nos acompañen en estos momentos tan cruciales de la Iglesia que peregrina en Cuba. ¿Cómo van los preparativos en Mayarí? ¿Han dado algún paso hacia el monumento en el Cayo de  la Virgen?
Un abrazo.
Julián


Respuesta de Monseñor Aranguren una vez conocida la triste noticia

¡Hasta luego, Julián! ... seguirás siendo Misionero del Verbo Divino, al estar ahora más cercano del "Logos". No te apures ni nos apures, entraste en la Eternidad, el Tiempo ya es todo para tí.   Hace más o menos veinte años, que te subiste a la Barca de la Iglesia en Cuba y, al igual que Juan y Rodrigo Hoyo y con el "verbo" de Juan Moreno, no sólo remaste junto con nosotros, sino que nos animaste a "remar mar adentro" y, a lo largo de estas dos décadas, pusiste en práctica el proverbio antológico de tu Madre Patria: "a Dios rogando y con el mazo dando". Rogabas, día a día, cuando levantabas tu mirada a Dios (y estando en Holguín subías a la Loma de la Cruz para acercarte un poquito más al cielo) y bajabas la mirada cuando tomabas el pan y el cáliz entre tus manos al celebrar la Eucaristía y decir con Jesús: "se entrega por ustedes" ... "será derramada por ustedes". Después, a lo largo de la jornada, te ibas "a remar" en el Centro Janssen, a compartir con tus amigos (escrit
ores, pintores, historiadores, artistas), a soñar despierto, a mirar al futuro con esperanza ... ¡a animar ... levantar el ánima ... elevar los corazones!.   Ahora, también te toca ser traductor, ya no del inglés (aprendido como misionero en Taiwán), sino de "lo humano a lo divino", para que sigas intercediendo por nosotros. Por favor, Julián, queremos saber que sigues remando junto con nosotros. Es hora de brazos tesoneros y mirada a lo Alto.   Teníamos previsto felicitarte el próximo viernes 10, cuando hubieses cumplido 73 años.   Ahora, después que te acomodes (lo harás pronto) en tu "nuevo estar", alcánzale "la jicarica" al P. Comas. Dile al P. Germán que lo recordamos. Saluda al resto de los conocidos. Y, muy en especial, "ya sentado a la Mesa del Banquete preparada para los que fueron fieles en lo poco", eleva hoy -junto a toda la Iglesia Cubana- el Pan de Vida y, mirando de cerca a la Virgen Madre de la Caridad (a Ella misma, como Puerta del cielo y Reina de todos los
Santos), cántale con nosotros: "Siembra siempre el amor ... para que todos tus hijos seamos hermanos".   Gracias, Julián. Amén.   + Emilio   PD/ El lunes 13, a las 6.00 pm, en la S.I. Catedral, ofreceremos la Santa Misa por el eterno descanso del querido P. Julián.
Saludos




In Memoriam, extraido de la web http://www.comunidadconocimiento.com/blog/180.html  y enviado por Alicia Fernández de Gaceo, no esta firmado, si el autor lee este Blog que por favor que haga algún comentario y deje sus datos.

Amigos.

In memoriam.
“nada humano
nos es ajeno”, y nada divino ha dejado
de sernos regalado.


P. Julián Fernández de Gaceo, svd

Hace unas horas, por la tarde, me llamó por teléfono un gran amigo para informarme sobre la muerte del Padre Julián Fernández de Gaceo, svd, “el Padre Julián”, mi amigo consideró que yo querría enterarme de ese lamentable suceso, tenía razón y le agradezco su llamada.
El Padre Julián, es un sacerdote Misionero del Verbo Divino, con el que conviví un solo día, 17 horas para ser exactos, y sin embargo puedo decir que disfruté de su amistad y se convirtió en un maestro para mi de esos que, con una sola lección, nos hacen mejores personas y transforman nuestras vidas.
El Padre Julián y yo nos conocimos en un momento muy complicado de explicar pero que requirió de nuestra participación, en ese sólo día pude saber que era originario de Navarra, España, supe que lo habían operado del corazón, en el Instituto de Cardiología del D.F., cy que le habían colocado una válvula mitral por la que tenía que tomar anticoagulantes, los mismos que ese día olvidó por preocuparse más de “las cosas de Dios y de su justicia”, y yo lo acompañé a comprarlos. Disfruté de su entusiasmo, y me platicó que su convento estaba ubicado muy cerca de Coyoacán, me enteré de su devoción al Santo Rosario porque, apenas se había subido a mi coche, me entregó uno de cuendas azules para que lo colocara en mi espejo retrovisor. Hasta hoy m e entero de que viajé al lado de un eminente estudioso de la Biblia y destacado escritor y editor católico. Sin embargo desde ese día supe, con su vida, que viajaba al lado de un hombre bueno, sencillo y valiente, con esa fuerza que proyecta quien lleva la luz de Cristo en su interior.
Un detalle que me sorprendió fue el que tuvo justo antes de que iniciaramos nuestro pequeño viaje: el Padre Julián pidió la bendición a la esposa y al hermano de un amigo que tenemos en común, ambos también nuestros amigos, no entendí ese día por qué solicitaba bendiciones cuando se suponía que él era quien daba bendiciones a los demás, hoy entiendo que la bendición de los amigos es muy grande, el Padre Julián lo sabía y bendijo con su amistad a los que lo conocimos. Ese día vi claramente cómo se puede hacer vida la Palabra de Dios. El Padre Julián, un enamorado del Verbo Divino, me dejó muy claro que “nadie puede decir que ama a Dios, a quien no ve, si no ama a sus hermanos a quienes ve”. Descanse en paz.



Publicado en la web http://misionerosverbodivino.com/ pequeña biografía de Modesto Munimi y unas letras de Adolfo del Valle svd Provincial ESP


Escrito por Modesto Munimi   
JUEVES 16 DE SEPTIEMBRE DE 2010 09:15
julian_fernandez_de_gaceo_-_torsoCon profundo dolor, les comunicamos la muerte de nuestro querido compañero, Julián Fernández de Gaceo, misionero en México.
Una pequeña biografía de Julián escrita por Francisco Donázar, svd. Julián nació en Orbiso (Álava) el 10 de septiembre de 1947. Realizó los estudios humanísticos en el Colegio del Verbo Divino de Estella, a partir de septiembre de 1949. El 8 de septiembre de 1954 ingresó en el noviciado y se trasladó con otros compañeros a Roma. Hizo los primeros votos religiosos en la Casa Generalicia de la SVD (Roma), en 1956.
En otoño de 1958 inició, en St. Augustin, Alemania, los cursos de filosofía y teología. Fue ordenado sacerdote el 18 de octubre de 1964. Destinado a España, primeramente se graduó en la universidad de Pamplona y durante algunos años ejerció como profesor en el Seminario Mayor de Cizur de los Misioneros del Verbo Divino y en la Residencia Estudiantil. Dedicó parte de su tiempo a la formación de sacerdotes y misioneros.
 En 1979 los superiores lo enviaron a la isla china de Taiwán, antigua Formosa, como docente de español en la Universidad de Taipei dirigida por los Misioneros del Verbo Divino y por los Jesuitas. A partir de 1985 lo encontramos en México. Es ahí donde Julián ha vivido y trabajado con más ilusión y alegría (Texto de Francisco Donázar, svd) A continuación, pongo el comunicado del Padre Provincial, Adolfo del Valle.

Queridos hermanos y amigos
El día festivo del 8 de septiembre, cuando nos disponíamos a celebrar la Natividad de Nuestra Señora y un aniversario más del nacimiento de nuestra Congregación, nos sorprendió con la noticia del nacimiento para la Vida Eterna de Julián, la tarde anterior en la ciudad de Guadalajara, donde daba un curso de biblia.
 Desde entonces, el mismo día 8, después de la incineración, los compañeros del Verbo Divino celebraron la Eucaristía en nuestra Casa de Formación. Al día siguiente, miércoles 9, en la Parroquia de San Alberto, recién entregada a la Congregación, el Obispo auxiliar de Guadalajara, D. Miguel Romano, presidió una celebración con el cariño y el acompañamiento de muchísimos amigos y una veintena de sacerdotes diocesanos y SVD.
El sábado día 11, en Obispo, (Álava) el pueblo natal de Julián, sus familiares, amigos, los párrocos y nuestros compañeros de Estella, le rindieron su afectuoso y emocionado homenaje. El domingo 12, viajaron a México sus hermanos Luis y Tomás con Blanca, Josefina y su hija para participar en un triduo de misas en la Parroquia de Copilco, México DF. Esta mañana, a las 6:00 Joaquín Bodego -a quien le tocaron las dolorosas tareas de localizar, identificar y recibir el cuerpo y las pertenencias- a su llegada a Barajas nos ha compartido su dolorosa experiencia.
Por nuestras parte, los que formamos la Provincia SVD de España, queremos celebrar una Eucaristía, una Acción de Gracias por la Vida de Julián, el próximo viernes día 24 de septiembre. Será en la Parroquia “San Miguel” de Estella, a las 17 horas y continuación dejaremos las cenizas de nuestro hermano en el cementerio. Además de convocar a la asistencia a todos los que puedan, ruego también que se comunique a las personas que pudieran tener especial interés por acompañarnos y recordar a Julián.
Fraternalmente en el verbo Divino


 Adolfo del Valle svd Provincial ESP






El escrito viene de la Universidad Intercontinental de los Misioneros Guadalupanos donde Julián dio clases de misionología

Estimado Alejandro:
¡Cómo nos ha impresionado el deceso de Julián! Una persona tan llena de ánimo, vivíamos tan acostumbrados a su alegría, a su trabajo, a sus invitaciones, a sus artículos, a su entusiasmo, a su sencillez, a su iniciativa, a su amistad… que no sabemos cómo podremos acostumbrarnos sin él. Nos deja un ejemplo de entrega. El cristianismo es eso: “entrega”; el legado de Cristo es entrega. Julián fue fiel seguidor de su maestro, por su “generosa entrega”. Habiendo conocido a Julián no nos queda más que admirarnos de lo que Dios puede hacer en alguien, pero también nos inyecta confianza pues los grandes hombres son sencillos como él. Para qué complicar la vida.

¡Descansa en Paz, P. Julián!








 Con permiso del autor transcribo escrito publicado en http://medicablogs.diariomedico.com/santos/2010/09/11/animador-de-esperanzas-y-promotor-de-voluntades/   escrito por A.M. Santos desde Holguin (Cuba) y enviado por Adam Peter Grondziel de la EDV en Estella



Animador de esperanzas y promotor de voluntades

11 de Septiembre de 2010 | escrito por santos | clasificado en General
Si algo somos, somos porque esperamos, porque Alguien nos espera, porque hay horizonte y un rostro y abrazo, antes, en el camino, y al final.
Julián Fernández de Gaceo, svd
Acabo de conocer sobre la partida del autor de esta frase. El padre Julián, sacerdote misionero de la Sociedad de Verbo Divino, español por nacimiento y mexicano-cubano por adopción, no estará más con nosotros. Confieso me duele, a pesar de la «Gran Esperanza» que compartimos, como él la nombrara en ese mismo artículo que ahora comprendo era casi una despedida, casi un testamento de fe[1]. Sí, a pesar de esa Gran Esperanza y de todas nuestras comunes «esperanzas intermedias», no puedo evitar esa sensación de vacío y tristeza que nos caen encima, anudando la garganta y humedeciéndonos la vista, cuando un amigo se nos marcha.
Quizás sea lo trágico de las circunstancias o lo inesperado de la noticia en alguien tan dinámico y lleno aún de proyectos (algunos casi-sueños, aunque ya nos había demostrado su capacidad para materializarlos). Y ello, amén de su no poca edad y de una prótesis valvular mecánica, adquirida tras cirugía a “corazón abierto” que como él decía jocosamente: lo habían hecho entrar en el “club del zipper”, haciendo alusión a la cicatriz que, cual cremallera, atravesaba su pecho. No obstante, percibo que la causa principal de esta tristeza, es la temporal separación de alguien que, aunque con sus defectos, me ayudó a lidiar con algunos de los míos. Y como también hizo con tanta gente, me impulsó a pensar y a trabajar, a exigirme, en suma: a erguirme, pues «Esta realidad antropológica nos lleva a un primer paso crítico y exigente en relación con nosotros mismos, a la sociedad y a la misma historia»1.
Siento que fue poco el tiempo que pudimos compartir, ahora comprendo pudo haber sido mayor. De cualquier modo, Julián nos contagió a muchos de ese entusiasmo vital, una especie de “optimismo blindado” que le hacía repetir con frecuencia la frase: «¡si, si se puede…!» (otra de sus conocidas frases cuando alguien no le seguía en su ímpetu, no le acompañaba en su ánimo era “¡vamos, no me mates, no me mates!”). Y en efecto, si un día me animé a abrir un blog y a escribir lo que creo, siento y pienso, se debe en no poca medida a este hombre que nos cambió. No por gusto se ganó el merecido título de:Animador de esperanzas y promotor de voluntades. En tal sentido, ha sido notable su labor en nuestras tierras, especialmente la de adentrarse en el mundo académico, de la cultura y del pensamiento, llevando allí la esencia del mensaje evangélico. Y ello, en medio de la compleja realidad nacional, e incluso desde aquellos tiempos donde tal accionar era visto en el rango del recelo a la abierta resistencia, tanto por “tirios” como por “troyanos”.
«Seamos valientes y levantémonos contra todas las mentiras, los engaños, las manipulaciones y falsas ilusiones que deshumanizan y anulan a la persona»1. Si Julián, te preocupaste por nuestra formación, una formación tendiente a la acción y en esencia evangélicamente transformadora. Contribuiste a que el Centro Janssen, de la Diócesis de Holguín, sea ese proyecto que nos ha permitido abrirnos al saber e ir llenando nuestros vacíos con tanto libro bueno y mediante el contacto con varios de esos eminentes profesores que han pasado por nuestras aulas “sembrando futuro” como dice el lema de esa institución. Contactos que tú facilitaste y promoviste, a veces tan insistentemente (como sólo hacen los padres con sus hijos) que en ocasiones hasta nos fastidiaba (como sólo hacen los hijos con su padre), ¡perdónanos!.
Ahora, enfrentado a la realidad de tu pasión, releo y nuevamente medito con ese artículo, un editorial sobre la Esperanza que hacías en vísperas de tu… ¿jubilación? (en verdad nadie se creía lo de tu “jubilación”, al menos en el sentido tradicional) y si bien admito que no siempre entendí del todo lo que escribías (aún mi capacidad no da para tanto) y por eso a veces prefería escucharte, mientras nos balanceábamos en las “comadritas” de la sala del Centro Janssen (fuera del aire acondicionado del que huías), este si me resulta tan diáfano, que puedo atreverme a afirmar, forma parte esencial de tu legado:
Tenemos todos los conocimientos para purificar las falsas esperanzas. La eficacia a toda costa, la ganancia como máximo objetivo o el principio del placer como absoluto irrenunciable e inmediato, nos conducen a la autodestrucción (…) “No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor” –cita de Spe Salvi No.23- (…) La purificación nos hará constatar que las esperanzas falsas necesariamente nos defraudan y desilusionan, que podemos alargar la vida como nunca, pero que no sabemos que hacer con nuestros ancianos; que la esperanza si no se comparte, se pudre…“.
Dios quiera que podamos asumir nuestra vida en esa clave de purificación y esperanza. Así, lejos de sentir tu pérdida, experimentaremos el gozo de haberte ganado (de un modo aún más especial) para nuestras causas. No Julián, padre, maestro, amigo, ten por seguro que no te mataremos.
A. M. Santos.  amsantosmd@gmail.com
Holguín, Cuba. Septiembre 11 de 2010.
Mail enviado por Ricardo Sors a Alicia Fdez. de Gaceo

Estimada Alicia, me es grato comunicarme contigo, no lo había hecho antes por problemas propios de la “tecnología cubana”.
Recién acabo de conversar con un sacerdote verbita sobre lo que ha significado para el Centro Janssen la persona del P. Julián. En lo particular en él encontré desde que llegó a Holguín en 1994: el amigo animoso y sensible a la realidad social y cultural cubana, el sacerdote con un espíritu crítico pero siempre con una gran dosis de amor y esperanza para la persona, tantas otras cosas…...

En el mes de diciembre estamos concibiendo una velada artística en su homenaje, develaremos una pequeña tarja en el salón o aula que llevará su nombre, con un retrato de su persona que pintará su amigo Cosme Proenza, uno de los pintores emblemático de Cuba.

Te adjunto síntesis de las palabras de Mons. Emilio Aranguren Obispo de Holguín, las del Dr. Fabián y las que pronuncié en la misa del día 16 de septiembre, más adelante enviaré los testimonios recogidos de amigos holguineros,


Atentamente, 

Ricardo Sors               

Adjuntamos sintesis enviadas por Ricardo Sors









Palabras  Dr. Fabián Fernández Chelala. 
Cuando Mons. Emilio me pidió unas palabras sobre el Julián dudé en hacerlo, la duda radicaba era algo que aprendí de él, que no le gustaban os protagonismos.
Era capaz de estimular, apoyar, significar e involucrarse en ideas, personas y proyectos sin pretender ser el elemento principal.
Fue una fuente inagotable e incansable de creación y entusiasmo, era capaz de mirar más allá y no solo ver, de comprender lo incomprendido y de dar sentido al sin sentido, de ahí surgió aquello de las voluntades y las esperanzas que le dije en algún lugar de México.
Nuestra amistad, fuerte y duradera comenzó a finales de 1993, años muy difíciles. Gracias a su ayuda muchos pudieron conocer, leer, e incluso saborear lo desconocido. Discusiones tuvimos muchas y diversas, pero su corazón de niño grande aliviaba la mayor tensión.
Si fuese a recopilar anécdotas no terminaríamos nunca.
Quiero solo recordar el último piropo que usé al despedirnos de este último viaje… había llegado del Hospital un poco agobiado y cada noche pasaba por casa un ratico y conversábamos de lo humano y lo divino y alcancé a decirle cuando el estaba viendo mi cansancio, mira Julián tu eres feliz porque has llegado a la plenitud y él por única vez hizo silencio y no me ripostó.
Ahora que al fin cabalgas por verdes praderas y tienes siempre a tu alcance la vara recuérdanos e intercede, a pesar de que no te guste, para llegar a tu santidad de varón de Dios. Amén.

Síntesis de la homilía de Mons. Emilio Aranguren

“In Memoriam”

Cuando leemos el libro de los hechos y las cartas de san Pablo nos llama la atención el lugar que ocuparon Tito y Timoteo.  Indudablemente que tuvieron protagonistas como lo atestiguan las cartas que le fueron dirigidas por el apóstol de las gentes.

Sin embargo, poco se habla de Islas (Silvano), quine también fue compañero demisión.

Hay muchos “Silvanos”… Hombres que no son de escenario, pero sí de bambalinas, tramoyas o apuntación.
Conocí tarde al P. Julián Fernández de Haced svd, pero descubrí en él a un típico “Silvano”… hombre de Iglesia, misión y reino… Terminamos amigos y tuteándonos.

A los misioneros del verbo divino: ¡Gracias por las veces que nos lo prestaron!
En nombre de la Diócesis de Holguín: ¡Muchas gracias!

Su huella queda en el Centro Janssen en la Biblioteca y en muchos corazones como: Amigo, sacerdote, misionero, religioso, y muy especialmente como “Hombre de Dios”.

Emilio Aranguren
Obispo de Holguín.











El P. Julián  Fernández de Gaceo, svd y su relación con el Centro Diocesano de Formación  y Promoción Laical “San Arnoldo Janssen” de la diócesis de Holguín.

Hablar del padre Julián Fernández de Gaceo, misionero del Verbo Divino, y su vinculación con el Centro Diocesano de Formación  y Promoción Laical “San Arnoldo Janssen”, es sentir su cercanía desde los inicios de esta institución en un pequeño salón del Obispado, sin apenas bibliografía y recursos, hasta llegar a lo que es hoy, un Centro Asociado al Instituto de Teología a Distancia, Madrid y una maestría en bioética de la Universidad de Valencia, España y un alto nivel organizativo y académico. Respetado como institución de servicio a la pastoral de la Iglesia diocesana y a la comunidad civil en nuestra realidad socio-cultural.

Es viajar en retrospectiva dos décadas atrás, sentirse contagiado por su optimismo, su entrega y ardor en la concepción y proceso de consolidación del primer Programa de Formación para Laicos. Su humildad en aceptar las críticas con un “¡vamos, no me mates!” ante su impaciencia en querer hacer realidad inmediata sueños ilimitados y en ocasiones irrealizables, pero siempre hermosos, sobre todo en aquellos primeros años de la década del 90 del siglo pasado. Época de crisis socio económico y espiritual de la nación, en medio de penurias y vicisitudes, a la cual fue y siguió siendo sumamente sensible y solidario.

Hombre, amigo, profesor, animador incansable, sacerdote verbita que trasmitía las palabras de Jesús e incitaba a su meditación, tanto para el crecimiento espiritual personal como para la  praxis a tenerse en cuenta en los fundamentos de un enfoque social. 

Misionero que animaba a colaboradores y alumnos al el encuentro con Dios, a experimentar la alegría y seguridad de ir acompañado por Jesús, de la mano de su amantísima Madre la Virgen María bajo la advocación de la Caridad del Cobre, a la que veneró como un cubano más, resaltando todo lo que ella es y significa para la cultura cubana

Hablar del P. Julián y su vinculación con el Centro Janssen es, también,  hablar de su labor, como puente, con el mundo de la intelectualidad y la Cultura Holguinera, lo cual excede  hoy el marco de estos pocos minutos.

Su trabajo aglutinador y visionario de la Fe y su imbricación con el mundo cultural, fue poco a poco ganando amigos: escritores, poetas, pintores, editores …..llenando , hasta donde le fue posible, el vacío y la necesidad de libros de la literatura universal con prestamos y envíos en su ir y venir a esta Iglesia que peregrina en Holguín.

Es rememorar aquellas primeras tertulias en la que la pesada barrera antirreligiosa de  décadas pasadas hacía embarazosa su convocatoria. Barrera que fue cediendo y   franqueándose, en buena parte, por su carácter resuelto, franco, inteligencia y sólida cultura, por  su don personal para ganarse amigos. Espacio cultural  que sirvió de sustento y germen de muchos intelectuales en  asumir un desinteresado y decidido compromiso con la Iglesia. Su compartir y delicadeza, aún en lo que criticaba, su no ser excluyente favoreció un vínculo de amistad y confianza entre artistas e intelectuales del territorio que participaban, y siguen   participando, en las actividades culturales que el Centro invita, sin importar credo, filiación política, o genero intelectual.
Julián o el Padre, como cariñosamente le llamábamos nos acostumbró a soñar en grande y a ponernos como limite el infinito. Su enorme poder aglutinador, su sencillez y modestia, su amor por la Iglesia holguinera y el Centro Janssen, su apoyo inconmensurable nos acompañaran por siempre. 

Tomando las palabras de Mons. Emilio en su correo en que comunicaba su partida a la casa del Padre, decimos también. ¡Hasta luego, Julián! ... seguirás siendo Misionero del Verbo Divino, al estar ahora más cercano del "Logos". No te apures ni nos apures, entraste en la Eternidad, el Tiempo ya es todo para tí.

Ricardo Sors Capote




Mail enviado por María Begoña de Luis  
                                     (Fotos en galeria de Amigos)










Recordando a Julián





María Begoña de Luis Fernández


Conocí al Padre Julián en Holguín (Cuba), creo que en el año 1994 …, en un Taller  de Poesía Iberoamericano, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Desde entonces nos fuimos encontrando en Holguín, en Madrid y en La Habana. Nos hicimos buenos amigos y compartimos momentos entrañables. En Cuba hemos disfrutado de bastantes amigos comunes que sin duda estarán sufriendo por la pérdida de un Ser tan especial, como era nuestro querido Julián.

La última vez que estuvimos juntos fue el día 3 de enero de este mismo año….Paseamos, mi esposo Antonio, Julián y yo, por los típicos rincones de La Habana Vieja, la Iglesia en que bautizaron a José Martí, la Catedral. Julián se entretenía hablando hasta con los niños que jugaban por las calles. Por la tarde participamos de una Misa en la Capilla de un Seminario – Hospedería cerca de la Plaza de la Lonja, charló con el Sacerdote que ofició la misa, con otras personas y sobre todo con una Monjita Mexicana  muy cariñosa y en su presencia nos dio Julián una bendición, en la Iglesia, a  mi esposo y a mi, y quedamos en Paz. Hicimos fotos que guardo como una verdadera joya. Terminamos cenando en el “barrio chino de La Habana”, él comió con palillos y evocó los días de su Misión por Asia…Un recuerdo inolvidable….En una de sus últimas cartas, en junio pasado, aún me preguntaba  “¿para cuándo una bendición en Holguín?”

El día 7 de septiembre llegué a Madrid procedente de La Habana, ¡ desdichado día para mi querido amigo Julián”. El día 10 de septiembre  llamé a mi esposo, que es cubano y vive en Holguín, y me dio la cruel noticia de que el Padrecito había muerto en un accidente, al chocar dos carros y atropellarle, uno de ellos, siendo él un viandante soñador que paseaba por una de las calles de Guadalajara en México. Ese día era el cumpleaños de mi esposo y curiosamente también el de Julián.

Fue muy triste para mi saber que ya no podré volver a disfrutar de su presencia física. Pensé verle el verano en Cuba pero supe que él regresaría en octubre, fecha en la que yo me encontraría ya en Madrid. Ahora recuerdo los bellos momentos vividos con él. Era una persona entrañable, terriblemente inteligente, comprensiva, amigable y diferente …, infundía Paz y Libertad.

Después vino el Funeral  y Entierro de sus Cenizas en Estella  en donde reinaba, entre todos sus seres queridos de España, un ambiente de Luz  y Eternidad que Julián irradiaba desde su Paraíso en las estrellas.

Hasta siempre querido Julián estás en nuestras almas.




Otro bonito escrito enviado por María Begoña de Luis 









La última vez que vi personalmente a Julían fue en La Habana, el 3 de enero de este año. Le presente a mi esposo, Antonio, que es de Holguín y por el momento vive allí...Fue una tarde entrañable. Paseamos por todos los rincones de La Habana Vieja, estuvimos en la Iglesia donde fue bautizado MARTÍ, por la Catedral, charlamos de lo divino y humano. Julián se entretenía hablando hasta con los niños que jugaban por las calles. Hicimos fotos...Fuimos a un  seminario / hospedería,cercano a la Plaza de La Lonja,  allí participamos de la Misa. Julián seguía hablando tanto con los que teníamos a nuestro alrededor como , después, con el sacerdote que ofició la misa y una monjita mexicana que  allí vivía. Habían puesto el Nacimiento, y todo era lindo. En presencia de la monjita y en el Altar de la Iglesia, Julían nos dio una bendición a mi esposo y a mi. Era muy importante para mi. Así nos sentimos en Paz. Julián siempre infundia Paz y Libertad.
 Terminamos la tarde siendo ya noche y fuimos a cenar al "barrio chino". Julián comía con palillos y evocaba sus días de Misión por Oriente.  Cuando salimos del restaurante llovia bastante, serían como las 11,30 h. de la noche, las horas parecían haberse detenido...Fue la última vez que pude ser feliz a su lado.
El 3 de junio,  en  uno de los  últimos correos electrónicos que me escribió, desde Holguín, todavía me decía: ¿Para cuándo otra bendición en Holguín?. Pero no pudo ser. Yo partí para Cuba el 7 de agosto y llegué a Madrid el 7 de septiembre, día en el que ocurrió el trágico accidente. No nos pudimos encontrar en Cuba aunque yo lo hubiese deseado y lo esperaba.
Su espíritu no deja de acompañarme.
                                                                            Mª Begoña de Luis Fernández



EVD - Adam Peter Grondziel








He tenido un sueño...


Que el 8 de septiembre de 2012, cuando se celebre en Cuba el 400 aniversario del hallazgo y presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad, el papa Benedicto XVI lleve como equipaje que el Gobierno no le va a poder requisar y controlar- medio millón de ejemplares de la Biblia. Y que esa Biblia fuera La Biblia Católica para Jóvenes, a la que dediqué muchos esfuerzos e ilusiones como uno de sus autores.

En el año 1998 ya se llevó a cabo una acción similar, desde México, con motivo de la visita del papa Juan Pablo II en aquel memorable viaje que tanta gracia de Dios supuso para la Iglesia que peregrina en Cuba y para todo el pueblo de Cuba.

¿Cómo llevar adelante este proyecto? Creo que con un  pequeño granito de arena de mis amigos y conocidos, quienes a lo largo de mi vida me acompañaron y me apoyaron tanto, este sueño se podrá realizar.

Gracias por toda vuestra generosidad.










 

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